Baratometrajes 2.0 en el festival de Sitges
Dicen que lo más importante no es alcanzar un objetivo en sí, sino el viaje que se recorre mientras llegas a ese objetivo. Con esa idea nació, en parte, Baratometrajes 2.0. Con la de aprender, con la de conocernos y dar a conocer la realidad del cine independiente en España. También con la de pasárnoslo bien en ese proceso. Y en esas estamos. El pasado fin de semana, en un coche cargado hasta arriba de maletas, cámaras, focos, trípodes, más algún “trasto” adicional que descansaba en el fondo del maletero y que luego nos vendría de lujo, el equipo de Baratometrajes casi al completo, se trasladó a Barcelona y el festival de Sitges para seguir recogiendo testimonios de creadores por toda la geografía española. Un viaje low cost, (difícil de conseguir con tantos peajes, parkings, etc…), una producción de guerrilla con la que predicamos con el ejemplo y que fue posible gracias a la ayuda de todos nuestros kifunders/micromecenas que desde el principio nos han apoyado. Nuestra llegada a Sitges para recoger las acreditaciones y ubicarnos dentro del festival coincidió con el diluvio universal y la tromba de agua caída nos hizo temer lo peor para los siguientes días. Estudiando planes alternativos de rodaje, no nos desanimamos y mantuvimos la esperanza de que el sábado, el día fuerte de nuestras entrevistas, brillase el sol. Y así fue. Un largo día de trabajo y entrevistas que comenzó en los alrededores del puerto de Sitges con Aritz Cirbián, un joven productor nacido de la cantera de la ESCAC que tuvo la inconsciencia y osadía de encargarse de la producción de Puzzled love, un proyecto dirigido nada más y nada menos que por trece estudiantes de dirección de la ESCAC, que empezó como proyecto de escuela y que ha ido creciendo más y
