BARATOmetrajes 2.0 visita el norte. Festival de Piélagos en corto.
Tras su estreno oficial en salas de cine madrileñas y disponible todavía en Filmin y Feelmakers, BARATOmetrajes 2.0 comienza su ruta por toda España (y en breve por el extranjero). Invitados al festival Piélagos en corto, que este año celebraba su quinta edición y con la ausencia obligada de Hugo, Dani y yo nos fuimos en viaje relámpago hacia Santander para ver como recibían los cántabros el documental del año, “la biblia audiovisual de todo lo que hay que saber de cine de autor español hoy”, “la nueva mili del cineasta español”.
Llegada a Santander, breve parada en el hotel y corriendo a la proyección, no hay tiempo para más. Viajar tanto y tan rápido en solo dos días puede hacerse pesado pero todo se lleva mejor con la amabilidad y simpatía de organizadores y colaboradores del festival como Pedro García, Jesús Choya o Jeison Ossa Ver una y otra vez el proyecto en el que has estado trabajando dos años y conoces ya de memoria deja de tener gracia al tercer visionado(o quizás antes). Pero lo que sigue siendo siempre interesante es ver cómo lo recibe el público, si está atento cuando debe estar atento, si se ríe en los momentos graciosos, si se logra mantener el interés en cada momento de la proyección. Y, por supuesto, lo que más nos gusta, tener la posibilidad de hablar y recibir el feedback del público en el coloquio posterior. Y, en ese sentido, Piélagos no nos defraudó. Nuevamente comprobamos que el docu da que hablar y tiene mucho para analizar entre nuestro público afin y cinéfilo pero también entre el más alejado del mundo audiovisual. Entre los temas que tuvimos la oportunidad de debatir, ¿Es merecida la mala imagen que tiene el cine español? o ¿Internet va a acabar con la exhibición tradicional? Y la pregunta final de una madre preocupada por el distanciamiento de los jóvenes hacia las salas de cine. ¿el precio de la entrada tiene la culpa o hay algo más? La charla se acabó porque había que cerrar la sala, no porque el debate hubiese terminado.
Después, cena y charla junto a las nuevas caras que una va conociendo en los festivales. Está vez, Yiannis Zachopoulos, un hombre encantador miembro del jurado del festival y que es además director del festival de cine de cortometrajes de Tesalónica. Y también es agradable reencontrarse con caras conocidas como las de Mar Delgado y Esaú Dharma, directores de Pixel theory con los que ya nos cruzamos en el Festival de Gijón y con lo que seguro que volveremos a coincidir más pronto que tarde. Por la mañana, visita obligada al mar cántabro. Y vuelta a Madrid, que todavía quedaban 5 largas horas de viaje en tren por delante. ¿Próxima parada? Se aceptan sugerencias…
